Así se aprovecha el aceite industrial usado para generar nuevos lubricantes y energía

La economía circular avanza con paso firme en Castilla y León. En 2022, el 70 por ciento del aceite industrial usado recogido en la comunidad, equivalente a unas 9.000 toneladas, se destinó a regeneración, un proceso que permite convertir el residuo en nuevos lubricantes.

Regeneración de aceite industrial usado y su transformación en nuevas materias

aceite industrial usado en Castilla y LeónGracias a la regeneración de este residuo, se produjeron más de 3.900 toneladas de nuevos lubricantes, evitando así el consumo de 1,8 millones de barriles de petróleo y la emisión de más de 4.000 toneladas de CO2. El 30 por ciento restante del aceite usado se destinó a valorización energética, produciendo un combustible similar al fuel óleo, lo que contribuye a una reducción significativa en el uso de combustibles fósiles y en las emisiones de gases de efecto invernadero.

En 2022, más de 5.000 establecimientos en Castilla y León generaron 11.796 toneladas brutas de aceites industriales usados, de las cuales un 24 por ciento eran impropios como agua o sedimentos. Los talleres mecánicos representaron casi la mitad de estos establecimientos, constituyendo la mayor fuente de este residuo peligroso. El resto del aceite usado se recogió en sectores como la industria, agricultura, comercio, hostelería, transporte y construcción, sumando un total de 2.779 establecimientos.

Recogida de aceite usado: una operativa compleja

La operativa de recogida de aceites usados es compleja y costosa debido a su generación fragmentada y dispersa en el territorio. En 2022, se realizaron 10.301 recogidas en 1.034 municipios de Castilla y León. Un gran número de estas recogidas tuvieron lugar en áreas rurales, donde se recuperaron 4.022 toneladas de aceites industriales usados, destacando la importancia de preservar los espacios naturales protegidos.

La transformación de residuos en nuevos recursos es esencial para reducir el consumo de materias primas. En Castilla y León, la regeneración de aceite usado permitió la producción de 3.906 toneladas de nuevos lubricantes, evitando el consumo de 1,8 millones de barriles de petróleo. Además, la regeneración consume menos energía y emite menos gases de efecto invernadero que la producción de lubricantes de primer refino. Por otro lado, 2.732 toneladas de aceite usado se convirtieron en combustible industrial, similar al fuel óleo tradicional, evitando así la emisión de 1.497 toneladas de CO2 y el uso de 282.000 barriles de petróleo.

La gestión eficiente del aceite industrial usado no solo evita el impacto ambiental de un residuo peligroso, sino que también reduce el uso de una materia prima no renovable como el petróleo, generando importantes ahorros económicos y beneficios ambientales. Además, estos procesos de segunda generación consumen menos energía y emiten menos gases de efecto invernadero que los procesos tradicionales, contribuyendo así a un modelo de economía circular más sostenible.

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