Conoce el monasterio de San Salvador de Oña

La localidad de Oña está situada en la provincia de Burgos. Lo más destacado de la misma es el monasterio de Oña (monasterio de San Salvador de Oña), fundado hace más de 1000 años y que ha dejado un gran legado histórico. Aunque no se conserva en su totalidad, sí que existen muestras, incluyendo su iglesia. 

Si vas a visitar la localidad de Oña, te enseñaremos más sobre este monasterio de Oña milenario con un montón de historias que contar. Te explicaremos su apasionante historia, detalles sobre la arquitectura exterior, sus magníficas pinturas y también los detalles sobre su iglesia y el panteón real y condal del mismo.

Todo sobre el monasterio de Oña

Esto es todo lo que deberías saber sobre este monasterio:

  • Historia
  • Exterior
  • Pinturas del interior
  • Iglesia
  • Panteón Real y Condal

Monasterio de Oña

Historia del monasterio de Oña

El monasterio de Oña fue fundado en 1011 por Sancho García, Conde de Castilla. En 1033 pasaría a manos de los monjes cluniacenses, desarrollando una gran influencia. En su época de mayor esplendor, llegó a tener más de 70 monasterios e iglesias de Palencia, Burgos y Cantabria. En 1506 se integraría en la Congregación Benedictina de Valladolid y en ese mismo siglo se crearía la primera escuela de sordomudos del mundo. 

Debido a la Guerra de la Independencia y a la desamortización de Mendizábal, el monasterio se convierte en parroquia en 1835. En 1880, los jesuitas compraron las dependencias monacales y las restauraron, creando el Colegio Máximo con las facultades de filosofía y teología de los jesuítas. Para 1967 lo vendieron a la Diputación de Burgos, convirtiéndolo en granja agrícola y hospital psiquiátrico. En los tiempos de Colegio Máximo llegó a tener una gran biblioteca, que fue trasladada del Real Monasterio de San Agustín de Burgos. 

Actualmente, el lugar se ha convertido en un museo, abriendo todos los días menos algunos días concretos como los patrones de Oña, Año Nuevo, Reyes, Nochebuena, Nochevieja y Navidad. Tiene un precio de 4 euros general, 3 euros para grupos de 20 o más y gratis para vecinos empadronados del pueblo. Los martes de 10:30 a 12:00 la visita también es gratuita para todo el mundo. 

Exterior del monasterio de Oña

En su origen, el monasterio tenía una gran cantidad de edificios. El más destacado es la iglesia, perfectamente conservada y creada a finales del siglo XII, con remodelaciones de estilo gótico en el siglo XV. Tras subir una escalinata, verás dos estatuas sepulcrales del siglo XV. 

El exterior del lugar tiene restos arquitectónicos de otras épocas, destacando la fachada. En ella, el pórtico y la ventana tienen restos de la iglesia románica original. 

PInturas del interior

Nada más entrar al edificio nos encontramos con cuatro retablos barrocos alrededor de la entrada. En el interior del Monasterio de Oña nos encontramos pinturas gótico-flamencas de Fray Alonso de Zamora, separadas por escudos de los condes Sancho Garcés III de Pamplona y Sancho II de Castilla, además de otro con las armas de los Reyes Católico. 

La puerta gótico-mudéjar del lugar conecta la entrada al vestíbulo, donde destaca la sillería de coro alto. También hay que destacar el mural de pintura gótica al fresco del siglo XIV, que cuenta la vida de Santa María Egipcíaca, descubierta tras una reforma. Al lado del evangelio, encontramos la talla románica del Cristo de Santa Tigridia del siglo XII. 

La iglesia del monasterio de Oña

La iglesia del monasterio tiene muchos secretos y tesoros bien conservados de la época. Levantada sobre un crucero románico y coronado por una linterna, posee una capilla con bóveda estrellada de 400 metros cuadrados, con un ábside que alberga el cuerpo de San Íñigo. 

Alrededor de esta capilla, está la sillería del coro de doble piso, que está tallada en madera de nogal y es de estilo gótico. No podíamos olvidarnos del órgano del siglo XIII, recientemente restaurado y que se puede visitar. 

Panteón Real y Condal

El monasterio de Oña también tiene un panteón, que enterró a reyes y condes castellanos que aún descansan en la misma. Lo hacen en arcas sepulcrales de madera de nogal, cubiertas por baldaquinos también de nogal. La decoración de los muros y sepulcros representan la Pasión y Resurrección de Cristo. 

En un lado, están enterrados Sancho II, rey de Castilla; Sancho Garcés II de Pamplona, rey de Pamplona; Muniadona de Castilla, esposa de Sancho Garcés III y García de Castilla, infante de Castilla e hijo de Alfonso VII de León. En el otro lado, están Sancho García, conde de Castilla “de los Buenos Fueros”; Urraca Gómez, esposa de Sancho García; Felipe de Castilla, infante de Castilla y Enrique de Castilla, su hermano y también infante.

Buscar

¿En qué estas interesado? Explora lugares maravillosos adaptados a tus necesidades.