Sin lugar a dudas, hay ciertos productos que son una joya de la gastronomía. Y es de uno de esos de los que queremos hablarte hoy, concretamente de los mantecados de Portillo.

Si eres un fan de los dulces, seguramente conozcas de sobra algunos de los dulces típicos de León o los hojaldres de Astorga, pero los mantecados de Portillo, aunque no tengan su fama, son sin duda una de esas especialidades de las que tu paladar se va a enamorar.

Mantecados de Portillo: sus ingredientes e historia

La historia de los mantecados de Portillo se remonta a antaño. De hecho, este dulce típico de la localidad cercana a Valladolid parece tener sus orígenes antes del siglo XV.

Pese a que los mantecados sin apellido ni origen son un postre típico de toda la geografía española, en el caso de los mantecados de Portillo destaca especialmente su elaboración siguiendo los métodos tradicionales. Son también relevantes los ingredientes, ya que la manteca de cerdo les aporta una consistencia difícil de encontrar en homónimos industriales. Su forma es variada, y depende del taller que los elabore, aunque tienen tendencia a adoptar la elíptica. Y el color blanco que les recubre, que no es sino una capa de azúcar podría ser considerado el símbolo más distintivo de los portillanos.

Si bien su apellido de mantecados de Portillo es casi el que mejor permite identificarlos cabe señalar que también se hace referencia a estos dulces como «bollo blanco», «bollo bañado», «zapatillas» o «portillanos».

Así se elaboran los mantecados de Portillo en el taller artesanal Molpeceres

Como las cosas se cuentan mucho mejor en vídeo, queremos mostrarte cómo se elaboran los mismos en uno de los talleres artesanales de la zona de Portillo. Los protagonistas de nuestro canal de Youtube se han ido a Molpeceres a aprender a amasar estas tradicionales pastas que si bien se consumen en mayor medida en Navidades, son perfectas para cualquier época del año.

 

 

Los dulces de La Giralda de Castilla a los que añaden verdejo

Seguramente, un dulce tradicional y con tal tradición no puede mejorar con añadidos. Sin embargo, en La giralda de Castilla dijeron que eso no podía ser cierto. Así que se pusieron a hilar entre los ingredientes de los clásicos mantecados de Portillo para ver cómo podían mejorar la tradicional receta. Y dieron con una clave que les vincula aún más a la tierra. Los mantecados de La Giralda de Castilla no solo se elaboran en la tierra, sino que incorporan en su proceso de creación al verdejo como un ingrediente más.

No podemos enseñarte su sabor desde este lado de la pantalla, pero sí que podemos mostrarte una visita en vídeo en el que descubrirlos y luego hacer tu pedido online o directamente desde sus tiendas.

Sin lugar a dudas, apostar por la gastronomía local es también una manera de contribuir a un planeta más sostenible, mejorando el nivel de vida de las comunidades e impidiendo que se gaste energía en traslados de mercancías y de personas que deben emigrar para encontrar trabajo. Por eso, siempre que puedas, apuesta por especialidades locales como los mantecados de Portillo que mantengan viva la tradición y fomenten la vida en los pueblos de Castilla y León.