La hostelería está viviendo uno de los peores momentos de su historia. La pandemia ha dejado al sector sin recursos para continuar su actividad, cuando las restricciones la han permitido. La mayor parte de la sociedad ha reducido su consumo de ocio por miedo a las consecuencias de lo que pueda ocurrir con la economía. Al final, es un círculo vicioso. Sin embargo, desde Dónde Comer Sano creemos que nuestros bares y restaurantes son parte de nuestro patrimonio cultural. Sus pinchos y tapas forman parte de nuestra gastronomía. Son parte de lo que nos define como sociedad. Por algo somos el país con más bares del mundo.

 

 

Para seguir siendo esa sociedad abierta, que hace vida en la calle, que se relaciona con el amigo o con el desconocido entorno a la mesa -o la barra de un bar-, todos tenemos que apoyar a nuestra hostelería. Siguiendo por supuesto todas las recomendaciones sanitarias. Pero confiando en que solamente si todos decimos bien alto que queremos a nuestros bares, y seguimos consumiendo en ellos, todo este mal trago va a pasar cuanto antes.

Pinchos y tapas en terrazas, cafés para llevar y menús especiales takeaway

Los hosteleros han buscado en la creatividad nuevas maneras de sobrevivir. La mayoría se encontró con gastos que no se reducían, pero con ingresos cercanos a cero. Eso hizo que su único modo de supervivencia fuese reinventarse con menús takeaway, cafés y desayunos con delivery o incluso pinchos y tapas que se empacaban para degustar en casa. Pero no ha sido suficiente. El consumo ha caído en picado. Muchos no volverán a abrir.

El buen tiempo, si como el verano pasado nos da una tregua, mientras la vacuna se administra a la mayoría, puede ser una buena manera de demostrar con hechos que nuestros pinchos y tapas, y la vida fuera de casa con total garantía van a seguir cuando todo esto pase. Las terrazas son lugares seguros al estar al aire libre, y buscar la manera de ayudar a tu vecino hostelero ahora es una inversión en mantener la vida de los bares de tu barrio.

pinchos y tapas

Apoyar al hostelero como consumidor: la clave para una recuperación real

Solo el consumo puede hacernos volver a ser los de siempre. Solo si consumimos lo que otros nos ofrecen vamos a volver a poner en funcionamiento a la economía. Hacerlo, siempre y cuando la legislación lo permita, y por supuesto respetando todas las normas, es una responsabilidad para con tu barrio. Que cierren los bares, aunque suene a servicio no esencial, es condenarnos a no tener un lugar de encuentro, un lugar de risas, un lugar en el que compartir. Y es también condenar a todas esas familias y trabajadores de la hostelería a un futuro muy incierto. Con todas las alegrías que nos han dado, y con todos esos récords que han marcado para el país por tener tantos locales de hostelería, podemos devolvérselo con un pequeño esfuerzo individual. Cada uno en su barrio, en la medida de lo posible. Y confiando en que solo juntos, saldremos de esta.