5 trucos sobre cómo cuidar el planeta enfocados a padres e hijos

Cómo cuidar el planeta es una cuestión que cada vez nos importa más. Sin embargo, existe una paradoja que es la de pensar que salvo que las grandes corporaciones y gobiernos hagan algo, es imposible parar el cambio climático. Es importante cambiar ese paradigma, porque si muchos millones de personas apostamos por ser los que damos ejemplo, sin lugar a dudas cambiarán las cosas. Por eso, hoy queremos poner en marcha algunas ideas que se pueden llevar a cabo implicando en ellas a los más pequeños de la casa. De esa manera, la apuesta por un  planeta con futuro es intergeneracional.

Cómo cuidar el planeta en tu día a día

Lo importante es plantearse el cuidado del planeta en acciones cotidianas. No es que no tenga relevancia poder hacer algo extraordinario como ir a plantar árboles, sino que las del día a día, por repetición, tienen un impacto mucho mayor. Además, cuando se incluyen en la rutina, se convierten en un hábito, y eso las hace aún más importantes para que nuestro planeta deje de sufrir. Por eso, hoy proponemos cinco ideas en las que los pequeños de la casa también están incluidos. Así, podrás comenzar a pasar más tiempo con ellos mientras les explicas lo importante que es que puedan disfrutar de la Tierra:

  1. Ir en bicicleta y no en coche. Cualquier trayecto en el que se pueda evitar el coche supone varias ventajas. Más allá del ahorro en contaminación al medioambiente, implica también un mayor tiempo compartido con los niños y esto es algo que para ellos resulta fundamental. Además, es ejercicio físico, algo que no hacemos lo suficiente y que influye de manera negativa en la salud. Así que, si un remedio sobre cómo cuidar el planeta significa también invertir en salud física hoy, ¿por qué no ponerlo en práctica ya?
  2. Separar bien los envases -e incluso apostando por la creatividad-. Sobre los contenedores hemos hablado en nuestro blog hace pocos días. De hecho, aunque seguro que los pequeños ya se los saben, es fundamental que esa teoría la pongan en práctica. Así que, si todavía no separas bien todos los residuos, te invitamos a preparar con ellos unos envases de recogida caseros en los que puedan identificar ellos mismos qué va dónde. Así, será mucho más divertido preocuparse en el día a día por separarlos correctamente.
  3. Hacer compost casero para abonar el jardín o las plantas del balcón. Aunque el contenedor de materia orgánica es fundamental, esa materia también puede servir de abono para el jardín. Por eso, te proponemos tomarte el tiempo de hacer los preparativos y cuidar esos residuos orgánicos hasta que se transformen en abono vivo. Y cuando terminéis, vuelta a empezar ya que las plantas van a seguir necesitándolo.
  4. Hacer un calendario de tareas responsables semanal o mensual. Una manera de comprometerse y que resulte un reto es hacer un calendario con cosas fáciles y del día a día en el que cada miembro de la familia debe asumir una tarea. Por ejemplo, ocuparse de los cartones que se han acumulado en el contenedor, encargarse de abonar las plantas con el compost, o ver si en el jardín ya hay alguna hortaliza para recoger y evitar así ir a comprarla.
  5. Preparar un semillero con sus verduras u hortalizas preferidas para reflexionar sobre la economía circular. Aunque esta acción será mucho más sencilla para aquellos que disponen de espacio exterior, cualquier ventana, balcón o terraza es perfecto para plantar simplemente unas plantitas de tomates. De hecho, la idea es que los pequeños comprendan cómo funciona la naturaleza, se hagan responsables del cuidado de un ser vivo y, al mismo tiempo, entiendan lo fundamental que resulta adquirir productos que no requieran de kilómetros de desplazamientos. La economía circular es un concepto complejo, pero podría simplificarse bastante si se apuesta por hacerlo de una manera práctica.

cómo cuidar el planeta

Cuidar al planeta, una responsabilidad compartida

Enseñar a los niños la importancia que tiene el cuidado del planeta desde pequeños es fundamental. Pero lo es aún mucho más hacerlo con el ejemplo. Al fin y al cabo, si se le enseña una cosa, pero ve la contraria, será difícil que el comportamiento se transforme en un verdadero hábito a imitar. ¿Tú llevas a cabo en familia actividades que sean útiles para cuidar el medioambiente en el día a día?

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